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lunes, 23 de abril de 2007

CUENTO:

El reparador de ilusiones©
Autor: Juan Luna Delgado. Abril del 2007®
Las 7:45 de la mañana y la puerta del taller de carpintería de Don Esteban está abierta, a sus 67 años trabaja , como desde hace 50 que se dedica a este trabajo, que deja las manos ásperas, desde hace 1 mes su compañera de vida, lo ha dejado, se reunido con el creador y con su única hija que murió cuando tenía 7 años, ahora está solo, todos los días en el pequeño altar que se ubica en la parte central de su taller, prende una veladora, le acompañan las imágenes de el Sagrado Corazón de Jesús , San Martín Caballero y una diminuta muñeca que era de su hija Estela.Los rayos del sol se filtran juguetones ante el aserrín y el polvo propio de la carpintería, él trabaja afanosamente, clientes entran, clientes se van satisfechos por el trabajo entregado, trabaja de corrido hasta las 3 de la tarde, cierra, pasa a comer en una fonda de comida económica y empieza su peregrinar por las calles de los Fraccionamientos y residencias de las familias pudientes de la ciudad, toca los timbres y dice; “ Seño, juguetes viejos que ya no quiera, cuentos , ropita de niños ( el sexo es indistinto ) , zapatitos, todo lo que tenga para los que más lo necesitan”…… cuando es escuchado, las sirvientas de la casas salen , con bultos, a veces pequeños , a veces grandes de los enceres solicitados, cuando su ruegos no son oídos, las señoras responden , ¡ no señor, no tenemos nada ¡., o simplemente dando un portazo en la cara de Don Esteban, su tarea, no se desanima, camina, camina, hasta las 7 de la noche, pasa por ahí , a merendar algo y se encierra en la humilde vivienda, contigua al taller, desempaca todo , como si hiciera una ceremonia o un ritual, lo clasifica, lo acomoda, las muñecas las agrupa y con manos maestras empieza la reparación de ellas, los cochecitos, son cambiados de llantas, pintados a mano cuando los raspones del uso los han estropeado, los vestidos de las muñecas son reconfeccionados, los libros son empastados, los zapatos boleados , después, arma cajas y envueltos con los juguetes y prendas reparadas, es hora de dormir son casi las 11 de la noche.Los días de Lunes a viernes continúan de la misma manera, el sábado, la misma rutina de trabajo, sin embargo por las tardes, Don Esteban, no va a las casas de las familias ricas, ahora se dirige a las colonias más pobres, parece una Santa Closs, con su costal de envoltorios a cuestas, los niños, ya lo conocen.¡ Don Esteban ¡, ¡ Don Esteban ¡, allá viene y de pronto se vé rodeado de más de una docena de chiquillos, que se les pinta la carita de alegría y a Don Esteban , el corazón se le llena de contento, ¿ como te has portado esta semana ?, le pregunta a una pequeña de tan solo 5 años, y tu , hiciste tus tareas, a ver tu , ¿ ayudaste a tu mamá en la casa ?, a todos cuestionaba, y a todos les daba una caja o un envoltorio, ¡mira, ahora me toco una muñeca con su vestido de fiesta ¡, replicaba María de la Luz, yo tengo ahora el Libro de la Selva , ese que tanto quise tener desde que aprendí a leer.La tarea de Don Esteban no terminaba ahí, después de entregar los envoltorios llenos de reparaciones de ilusiones, los niños gritaban a coro, ¡Ahora el cuento, Don Esteban, ahora el cuento ¡ las caritas se muestran atentas , a la voz ronca y pausada del viejecito que decía, …… Este era un duendecillo que se perdió en el bosque un país muy lejano llamado Nunca jamás……………. .

2 comentarios:

Anónimo dijo...

BELLO RELATO ANGELLUZ GRACIAS POR REGALARNOS, ESTE CUENTO

ANGELLUZ dijo...

GRACIAS POR TU MENSAJE
ME GUSTARIA SABER QUIEN ERES
BESOS
ANGELLUZ